Episodio 18 - Un lugar para predicar.

Dios les bendiga amados del Señor. Este es el día que Dios ha hecho para nosotros, debemos alegrarnos en su presencia. La Palabra del Señor dice en el capítulo 5 del Evangelio de Lucas que una vez Jesús estaba a la orilla del lago de Galilea y la gente se amontonó alrededor de él para escuchar el mensaje de Dios. Jesús vio dos barcas en la playa, estaban vacías porque los pescadores estaban lavando sus redes. Una de esas barcas era de Simón Pedro. Jesús subió a ella y le pidió a Pedro que la alejara poco de la orilla, luego se sentó en la barca y desde allí comenzó a enseñar a la gente. Cuando Jesús terminó de enseñarles, le dijo a Pedro: "Lleva la barca a la parte honda del lago y lanza las redes para pescar." Pedro respondió "Maestro toda la noche estuvimos trabajando muy duro y no pescamos nada. Pero si tú lo mandas, voy a echar las redes." Hicieron lo que Jesús les dijo y fueron tantos los pescados que recogieron que las redes estaban a punto de romperse.

Qué Palabra poderosa la que recibimos de parte del Espíritu Santo. Percibo a Jesús buscando un púlpito desde donde predicar atendiendo la necesidad de una gente que estaba hambrienta y a lo mejor estaban hambrientas de pan físico, es posible. Pero en este momento dice la Biblia de que había mucha gente amontonada alrededor de él porque tenían hambre de la Palabra del Señor. La situación era complicada. No había mucho de dónde poder nutrirse, no había mucho trabajo, quizás mucha pobreza, mucha presión del gobierno, muchos factores. Estaban marginando aquel pueblo y ciertamente el corazón de ellos estaba ansiando libertad. Pero Jesús busca un lugar desde donde predicar el mejor el mejor mensaje, y lo encuentra. Encuentra un lugar adecuado para esto. Primero Pedro y su compañía estaban casi cerrando operaciones por causa de que ya habían terminado de trabajar toda la noche y lo peor de todo es que no habían pescado absolutamente nada, no tenían pan para llevar a su casa, ni siquiera para poder negociarlo en el mercado. El corazón de Pedro y su equipo de trabajo debía estar muy fatigado, cansado y abrumado. Pero es ahí donde decide Jesús glorificarse.

La Biblia dice que Jesús le pide a Pedro un lugar, un espacio en su barca para predicar, para enseñar, y Pedro a lo mejor cansado, agobiado, responde al Señor. También en nuestra experiencia diaria, quizás en medio de toda esta situación del COVID-19, también tenemos las mismas actitudes. A lo mejor nos sentimos también de la misma manera como Pedro y su equipo de trabajo, abrumados, pero debemos mirar en todo esto una oportunidad. Hay mucha gente que quizás se agolpa alrededor de nosotros, se amontona está cerca de nosotros, son la gente con la cual nos relacionamos, que están deseando una Palabra que pueda cambiar su manera de vivir. ¿Estás dispuesto tú a predicar desde algún lugar, a hacer de tu casa un púlpito, a hacer de las redes sociales un lugar donde anunciar un mensaje? Este es el tiempo de dar, el tiempo de inspirar, y a lo mejor me dices "Pastora, pero yo mismo me siento cansado. Abrumado por la situación. No sé  cómo lo voy a manejar, no tengo trabajo, es incierto el futuro para mí. Pero la Biblia dice que Jesús atiende la necesidad espiritual de la gente porque primero, debemos atender lo que el corazón del ser humano necesita y las demás cosas vienen por añadidura. La Biblia dice que Simón le presta Jesús su barca y después de predicar Jesús le dice a Pedro "ahora vamos a pescar, ahora vayamos al trabajo". Pero le dice Pedro: "es que hemos pescado toda la noche y no hemos logrado hacer nada. Pero si tú lo ordenas: yo voy a echar las redes.

En esta mañana, en esta tarde o en esta noche, no sé cuándo estarás escuchando este mensaje: también recibe esto de parte del Señor. Abraza la Palabra de Dios y no solamente abrázala, úsala como iluminación, como lámpara encendida para dirigir tu vida y tus pasos. Porque ahí hay mucho contenido de Dios para ti, Él también te está dando una Palabra para que la ejecutes. Y desde el lugar de la fe y la confianza en el señor, Dios también proveerá. La Biblia dice que en este momento fueron tantos los pecados en un horario inusual, en un momento inusual para pescar, que ellos mismos se sorprendieron porque eran tantos, era tanta la provisión que no daban abastos. Que nosotros también podamos entender que debemos buscar primeramente el reino de Dios y su justicia y las demás cosas serán añadidas.

Si hay algo que nos enseña este aislamiento social es que debemos abrazar lo que realmente es prioritario, porque la vida es corta, porque los escenarios cambian dramáticamente, porque de un momento a otro pudiéramos estar en un escenario totalmente distinto al que teníamos ayer. Pero busquemos, como Jesús, un lugar desde donde predicar, un púlpito donde podamos ministrarle a la gente lo que necesita. Los templos hoy están cerrados. Pero la voz de la iglesia se anuncia con mayor fuerza. Que desde el lugar donde estás seas tu inspiración y vehículo de salvación para alguien que tiene sed y tiene hambre de Dios. Lo demás el Señor se encargará de ayudarte. Lo demás llegará como añadidura, tu esfuerzo, tu trabajo, tu confianza en Dios producirá resultados positivos. Que el Señor te bendiga el día de hoy.