Episodio 3 - ¿Hasta Cuándo?

"Señor, ¿hasta cuándo, vas a olvidarme para siempre? ¿Cuánto tiempo más me ignoraras? ¿Cuánto tiempo más seguiré angustiado? ¿Cuánto tiempo más sufrir esta pena? ¿Cuánto tiempo más mi enemigo será más fuerte que yo?" Salmo 13 es la canción del salmista, es el grito de angustia de un corazón herido. Quizás también refleja la herida de tu corazón, A lo mejor estas mismas preguntas se las has hecho tú al Dios eterno. Posiblemente te sientes ignorado por el sientes que se olvida de ti. El cielo es de bronce, te da la impresión que tu oración cae en tierra no es escuchada. Quizás tu angustia. Tu alma está tan afligida, que no te permite mirar tus sentidos están claros para distinguir la presencia de Dios. La manifestación de Dios. El poder de Dios sobre tu vida. Puede ser que haya alguien preguntándose como el salmista. Hasta cuánto tiempo, por cuánto tiempo más sufriré esta pena. Cuánta gente lleva sobre sí canta carga de angustia, emocional. ¿Qué tristeza? ¿Qué dolor? es el que está rigiendo sobre tu vida amado y mi amada. El Señor en esta hora te dice: "Yo soy el Dios que toma tu angustia, que toma toda tu pena, toda tu carga y me la llevo porque la la hice mía en la cruz del Calvario". La Biblia dice que: "Él fue hecho varón de dolores experimentado en quebranto". Quizá no lo admiramos mucho, no lo apreciamos mucho, lo miramos como un herido de Dios abatido pero el herido fue por nuestras rebeliones molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra Paz fue sobre él y por su llaga fuimos nosotros curados. El Señor en esta mañana te dice: "Yo soy tu Dios, descansa mi, espera en mí... Yo soy el Dios de los tiempos". Ten confianza... Señor, en esta hora tengo confianza, quiero tener confianza, quiero vivir una vida en plenitud y necesito ventilar contigo, mi angustia, mi desesperación. Esta pena que está carcomiendo mi alma, Espíritu Santo, toma control de ella. Mira Señor amado, necesito que suplas mi necesidad económica. Estoy Señor amado viviendo momentos angustiosos económicamente. Necesito de ti, necesito tu gracia manifestada sobre nuestras vidas. Bendícenos, ten misericordia de nosotros en el nombre poderoso de Jesús de Nazaret Amén y amén.