Episodio 46 - La carta de un mártir

Dios les bendiga de manera muy especial. En esta preciosa oportunidad quisiera compartir con todos ustedes el contenido de una carta donde un joven pastor de Zimbabwe hace una declaración extraordinaria. Este joven, fue asesinado por declarar su fe Jesús. Quiero que cada uno de nosotros podamos meditar en el contenido de la misma es estremecedor. " Yo soy parte de la fraternidad de los que no sé avergüenzan. Ya eché mi suerte, ya rebasado una línea, ya tomé una decisión... Yo soy su discípulo y no miro atrás no aflojó el paso no retrocedo y no me quedo quieto. Mi pasado está revivido mi, presente tiene sentido y mi futuro está asegurado. Ya no aguanto más esa vida mediocre, andar por vista tener rodilla suaves, sueños sin color... Visiónes domesticadas, hablar mundana mente, vivir barato y tener metas enanas. Ya no necesito la preminencia, la prosperidad, la posición, la promoción, los aplausos o la popularidad. Ya no necesito tener la razón o ser el primero o el mayor, o ser reconocido, elogiado, recompensado. Ahora vivo por fe y me apoyó en su presencia ando con paciencia. La oración me levanta y trabajo por el poder de su espíritu. Eh enfilado mi rostro, mi marcha es acelerada... Mi meta es el cielo, mi camino es estrecho, mi senda es áspera, mis compañeros son pocos; pero mi güía es confiable y mi misión es clara. No me pueden comprar, no me pueden disuadir, no me pueden desviar, no me pueden seducir, no me pueden cambiar, no me pueden engañar, no me pueden demorar... No voy a flaquear ante el sacrificio, no voy a titubear en presencia del adversario, no voy a negociar en la mesa del enemigo, no voy a meditar ante los charcos de popularidad, ni voy a serpentear en el laberinto de la mediocridad. No me rindo, no me calló y no doy tregua. Hasta que haya permanecido atesorado orado pagado y predicado la causa de Cristo. Yo soy un discípulo de Jesús voy a dar hasta que ya no pueda más; Predicar hasta que todos sepan; Y trabajar hasta que Él venga. Y cuando Él venga por los suyos, no tendrá problemas en reconocerme porque mi bandera estará en alto. Creo que un documento como este debe estremecer la fibra más profundo de nuestro corazón, quizá debemos nosotros mirarnos en el contexto de la vida que vivimos pedir al Señor que tenga misericordia de todos nosotros. Así nos ayude el Señor...